El pasado 19 de noviembre Jeff Bezos, máximo responsable de Amazon, presento Kindle, el nuevo modelo de dispositivo portatil para leer libros, prensa y blogs previa descarga de Internet. Estamos sin duda, o al menos así lo entiendo, ante un ejemplo de tecnología disruptiva que determinará el futuro de la industria editorial. No creo que este nuevo dispositivo sustituya a la tradicional y gratificante tarea de la lectura de textos impresos, pero sí que supondrá la creacíón de un nuevo canal de distribución que ensanchará el mercado del libro y ampliará la curva del ciclo de vida del producto editorial. El libro electrónico, estrechamente ligado al fenómeno de la "larga cola" tendrá, o al menos así lo creo, un notable desarrollo, tanto más importante cuanto más se avance en dos vectores que condicionarán su penetración en el mercado: su compatibilidad con toda la oferta editorial y su integración en otros dispositivos que permitan aportan mayores funcionalidades.
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